Del agua al residuo: información básica acerca del funcionamiento de tu sistema de aguas residuales

¿Adónde va cuando bajas la cadena?

Cada uno de nosotros va al baño  6 veces al día en promedio. Eso significa que se usa la cantidad de 12 a 36 galones al día por persona, dependiendo de si tienes un inodoro eficiente en tu casa o trabajo. Multiplica eso por la población de un colegio (400) o de un pueblo pequeño (1000)…..

Además, de acuerdo a datos proporcionados por Kimberly-Clark, utilizamos alrededor de 20.805 hojas de papel higiénico. Si cada hoja mide aproximadamente 4.5 pulgadas, eso da como resultado 1.5 millas de papel higiénico por persona. [USA Today]

En las páginas 6 y 7 examinaremos todos los otros productos y sustancias no “humanos” que consiguen bajar a las cañerías o al pozo séptico. Lo que ocurre una vez que los pedacitos de materia humana llegan allí se puede explicar usando biología y química básica, además de un poquito de las leyes de la física.

¡Plomería básica! ¡Benditos sean los sifones!

¿Te has preguntado alguna vez la razón por la cual se encuentra el sifón, o tubo en forma de U, debajo del lavabo o de la taza del inodoro?

Química básica: piensa que el sistema de aguas residuales es similar a tus funciones corporales internas. Colocas las cosas en la parte de arriba, luego bajan por la gravedad y la presión, son molidas y digeridas en la mitad y luego milagrosamente reaparecen en el otro extremo. Cuando tienes gases y haces esos ruidos de los cuales no podemos hablar porque somos demasiado educados, ocurre un proceso similar a lo que sucede en el sistema séptico o en la cañería. Lo que contiene a esos gases internos es un sistema de curvas en tus tuberías internas. Lo que contiene a esos mismos gases en las tuberías de tu casa es el simplemente maravilloso sifón.

 ¡Debes sentirte muy agradecido a los inventores de plomería del siglo 18 y 19 (esta ilustración de Sy-Clo data de 1906), ya que sin el humilde sifón esos pestilentes gases de cañería serían tan ofensivos como lo eran durante el reinado de la reina Elizabeth I, cuando un excusado construido especialmente para ella resulto ser demasiado maloliente para ser usado por su majestad!

Luego de bajar la cadena el sifón mantiene una barrera de agua entre tu persona y lo que se encuentra allá abajo en el pozo séptico o la cañería.

Entre los gases que se generan se encuetran el metano, el sulfuro de hidrógeno y el monóxido de carbono, ¡los cuales pueden ser nocivos y explosivos!

Estos gases son liberados sin peligro a través de un ducto de ventilación en el tejado.

Si empiezas a notar ese olor desagradable, debes asegurarte de que el ducto de ventilación del tejado no está obstruido. Los culpables pueden ser las telas de araña, los nidos de los pájaros, o el hielo acumulado. Por favor, ¡ten cuidado! Esta es solo una de las muchas razones por las que es importante contar con un proveedor de servicios profesional y de buena reputación que realice el mantenimiento rutinario de tu sistema.

¿Ojos que no ven, corazón que no siente?
El humilde, pero muy necesario tanque séptico básico viene en muchos tamaños y formas, puede ser de concreto, fibra de vidrio, plástico… La regla básica a la hora de escoger el tamaño es la cantidad de habitaciones o la cantidad de fluidos comerciales o domésticos que el sistema tendrá que manejar durante un periodo de flujo máximo.

Muchas propiedades comerciales y hogares en el norte de Michigan tienen sistemas de pozos sépticos o locales.

Los sistemas de pozos sépticos proporcionan un servicio ecológico de reciclaje de agua tan bueno, o quizás mejor, que los sistemas municipales, mientras estén diseñados, instalados, usados y mantenidos de forma adecuada.

(Crédito fotográfico: http://www.onsiteinstaller.com/editorial/863/2008/05)

LA ENERGÍA DEL POPÓ

¡En algún lugar de tu jardín trasero, enterrado y con frecuencia olvidado, se encuentra una de las comodidades menos entendidas, menos apreciadas y más necesarias de la vida moderna! El tanque séptico es el “estómago” de tu planta personal de tratamiento de aguas residuales. Su única función es recolectar todo lo que le lanzas, cumplir con la fase de asentamiento, y permitir que el tiempo y la gravedad separen las cosas pesadas y sólidas para luego enviar las cosas líquidas al campo de tratamiento/desagüe, donde comienza el verdadero trabajo.

El tanque es el lugar donde un grupo de bichos buenos, que solo pueden trabajar en un lugar sin oxígeno, empiezan a desintegrar los desechos orgánicos. ¡Esto genera calor y gases y es la razón por la cual se puede hacer dinero mediante el aprovechamiento de “la energía del popó” en las plantas municipales! A medida que el agua residual que proviene del edificio fluye hacia la parte de adentro del tanque, se encuentra con un deflector de entrada cuyo propósito es disminuir la fuerza del agua y evitar remover los sólidos que se han asentado. Las grasas y la espuma flotan hacia la superficie. Cuando el fluido alcanza el nivel de la tubería de salida ¡es hora de ir al campo de drenaje!

El campo de drenaje es donde el material de filtraje actúa prácticamente de la misma manera que un filtro de café. Se puede usar gravilla, rocas, arena, vidrio molido o incluso cauchos picados. Todos esto contiene aire entre los pedazos lo cual alimenta a los bichos buenos, disminuye la tasa de flujo, y permite que ocurra un proceso biológico para atacar aún más a las bacterias dañinas. En una cucharada de tierra ordinaria se encuentran millones de organismos beneficiosos que están trabajando para realizar un pequeño milagro de la naturaleza.

La diferencia entre lo que está ocurriendo en el tanque y el área de tratamiento es el  oxígeno – uno  no lo tiene y el otro sí. El oxígeno es el combustible que permite que las bacterias beneficiosas canibalicen a las dañinas. Cuando la química y la biología funcionan, la gravedad filtra al agua residual y le permite reintegrarse al ciclo del agua.

Aunque nos de asco, los subproductos de la digestión humana son uno de los fertilizantes más antiguos. Nuestros desechos contienen todos esos ingredientes que se consiguen en los fertilizantes comerciales – fósforo, nitratos y nitrógeno. Cuando el material del filtro está trabajando como debe, los procesos relacionados a las bacterias forman lo que se conoce como biomat, una película de bacterias trabajadoras muertas o moribundas que regulan la velocidad a la que el líquido fluye a través del suelo y mantienen un balance para evitar que muchos de esos nutrientes entren al ciclo del agua.

Se supone que así funciona todo en un mundo perfecto.

No importa que tan perfectos sea la instalación y el diseño de un sistema, si TÚ, el propietario, no prestas atención a lo que se va por la cañería, o no realizas un mantenimiento de forma regular, es como tirar dinero por el desagüe.

Para información básica acerca de operación y mantenimiento, ver http://septic.umn.edu/homeowner/index.html

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